lunes, 27 de enero de 2014

PROBLEMAS ACTUALES DESDE EL BARROCO LITERARIO


Joe Barcala
27 de enero

Ahora que vemos tantas publicaciones en contra de los ambiciosos, de quienes se han apoderado del dinero de la gente, de quienes se exceden en el uso y abuso de la fuerza pública, me tomo el permiso de compararlo con uno de los temas favoritos de los escritores barrocos del siglo XVII: en ellos, se critica y satiriza sobre la ambición, el poder y el dinero. La brevedad de la vida, vista como un paso rápido hacia la muerte, es otro tema que atormenta a los hombres del Barroco. Escriben para impresionar los sentidos y sacudir la inteligencia con estímulos violentos. Para lograrlo, utilizan un lenguaje retorcido y ampuloso, y por ello dificulta su comprensión. Veamos este ejemplo:

ADVERTENCIA A UN MINISTRO (Quevedo)

Tú, ya, ¡oh ministro!, afirma tu cuidado
en no injuriar al mísero y al fuerte;
cuando le quitas oro y plata, advierte
que les dejas el hierro acicalado.

Dejas espada y lanza al desdichado,
y poder y razón para vencerte;
no sabe pueblo ayuno temer muerte;
armas quedan al pueblo despojado.

Quien ve su perdición cierta, aborrece,
más que su perdición, la causa della;
y ésta, no aquélla, es más quien le enfurece.

Arma su desnudez y su querella
con desesperación, cuando le ofrece
venganza del rigor quien le atropella.

Con ello advierte al poderoso, en la persona de un ministro, lo peligroso que es humillar al pueblo, pues es darle razones para rebelarse contra quien gobierna mal.

Por lo que vemos, esto de rebelarse no es nada nuevo; esto de replantear la vigencia de un voto tan sólo un año después de la elección es resultado del abuso del poder de unos, que desde luego no gusta al pueblo y tiene la necesidad de enfrentarle, porque tampoco es escuchado.

Joe Barcala

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En la pintura, está El Alquimista de Anthony Van Dick; apreciamos que hay muchas obras de carácter elaborado dentro del barroco, unos exageran formas y contenido mientras otros exageran los detalles y la pulcritud de sus obras. Por ello no se puede reducir tan basta producción a una sola lente crítica. Esta obra refleja el estado de la gente que produce, como la que mantiene, en ese entonces también, a las estructuras del poder.


jueves, 23 de enero de 2014

JALAPA FUE REBAUTIZADA EN 1924 COMO ESTRIDENTÓPOLIS


Joe Barcala
23 de enero


La corriente literaria de vanguardia denominada Estridentismo fue creada en Jalapa, Veracruz en 1921 por Manuel Maples Arce. Las vanguardias en general fueron una serie de propuestas literarias que procuraron romper con lo clásico, elaborar nuevas propuestas, fuera de los amarres de la métrica, la rima y las estrofas. Y el estridentismo en particular, además de romper con lo típico, como aquellos poemas románticos, a buscar nuevos temas de qué hablar; es decir, cambiar la forma y el fondo, incluso la evocación significativa.

En recuerdo de esta corriente literaria he creado este poema, espero les evoque R U I D O E S T R I D E N T E, y evitaré los anagramas por considerarlos complicados para este medio que no siempre presenta los escritos de la misma forma.

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Inquieta sensación la del olvido de un día superfluo
que tuvo en sus haberes la desgarradora fuerza
de un puñado de cabellos en la caldera de tu egoísmo.

Día insensato como las garras del motor sobre el pavimento
o como el fuego de las letras a ocho columnas en la mente
de un niño olvidado por su madre antes de las luces rojas.

Tu mirada empuñaba mi voluntad innata de respeto
al límite de las abismales sombras del incesto
y a tu lengua le faltaban puntas de serpiente venenosa.

Será que tú olvidas como perro el maltrato o la luna las mareas,
mientras que yo arrastro el tiempo con acuosos volcanes de lava.
Y tienes el descaro de comer a kilos mi desgracia.

Lárgate de inmediato a la dimensión más lejana
que tiene en el alma un témpano de injusticia
y déjame morder la palma de mi mano hasta arrancarla.

Joe Barcala

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sábado, 11 de enero de 2014

¿DE QUÉ LADO ESTÁS?


Joe Barcala
11 de enero


Es claro que el ser humano toma partido por una u otra opciones en casi todo lo que hace (o deja de hacer). Si eres creyente o ateo, si eres capitalista o socialista, liberal o conservador, educado o prosaico, sociable o solitario, etc. Aferrarse a una idea es una forma de confirmar nuestra seguridad personal, definiendo nuestras preferencias. Una gran mayoría, sin embargo, no es consciente de la posición en la que se encuentra con respecto de los demás, esto quiere decir que muchos "educados" por ejemplo, no tienen idea de qué parte de su ser les llevó a eso. Simplemente se dejar llevar, principalmente por alguna situación especial que les marcó la vida.

Y como era de esperarse, cada quién va definiendo sus acciones conforme al rol elegido. Los liberales no les gusta la forma de gobierno que tienen, por ejemplo, y propugnan constantemente, con frases, con canciones, con historias que refuercen su pensar y su sentir. En cambio los conservadores luchan y trabajan por mantener el Status Quo que tienen, que han adquirido con facilidad o con dificultad; el hecho es que le gustan así las cosas y no las quieren cambiar ni permiten que se ponga en duda siquiera sus postulados. Incluso invierten tiempo, fuerza, dinero y emociones en promover para que otros se adhieran a su causa.

Estas dualidades son tan naturales como la diferencia entre los hombres y las mujeres. Lo curioso es que en algunas situaciones de nuestras vidas somos del tipo rebelde y en otras nos comportamos como fieles defensores. Nietzsche afirmó que toda convicción es una cárcel y, como es su costumbre, tenía razón. Nadie te va a quitar la libertad que tienes para sumarte a un bando, pero deberías cuestionar de vez en cuando si lo haces conscientemente o si resulta que has sido orillado a decidirte por tal o cual opción sólo por ser aceptado en un círculo o en una creencia. La humanidad estará siempre en esta pugna, pero es natural y por sobre todas las cosas, muy conveniente. Es la forma social que tenemos de contrastar las distintas posibilidades para la supervivencia y la conciencia de nuestra especie.

Joe Barcala

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domingo, 5 de enero de 2014

QUIERES OLVIDAR Y NO PUEDES

Joe Barcala
5 de enero


Por tus manos fluyen ríos de electricidad, apenas soportas el murmullo del viento, al caminar se gelatinizan las rodillas. No sólo ha sido un año duro, ni siquiera se pueden imaginar; y en el centro de tu espíritu produces radioactividad emocional. Es claro, te has enamorado, pero: ¿qué pasa? ¿Por qué esa torrencial cascada de lágrimas? ¿Por qué tienes al mismo tiempo la sonrisa dibujada al revés? La colmena de tus instintos es un enjambre pegajoso que no te deja dormir y desaparecen las demás historias. No sabes a dónde ir para calmar tu ira que al mismo tiempo es melancolía. Dulce y tierno amor que con el tiempo rebasó los límites de la imaginación, elevó las hormonas hasta el Éverest, casi tocabas la luna. No había dioses, ni amigos, ni fiestas, ni esquinas asoladas; todo era su amor. ¿Por qué dejaste que se llevara la dulce voz de tu garganta? Asumiste el costo o ni siquiera lo pensaste. Hoy duele, como el fuego quema, como el hielo quema, como la soledad mata, como el hierro penetra, y la herida supura desgarradores gritos infinitos. Entérate que no hay alivio, que ningún brujo podrá curar el desengaño, ni el más comprensivo amigo saldará esa deuda por ti. Es un tormento que difumina la alegría, que sacude los decibeles del monitor de tu alma. Hay sólo una pinza que arranca la espina; requiere aguantar porque no hay anestesia, que permitirá asumir dignamente tu desgracia, te dará armas para remediar futuras decepciones, recibirás de él el instructivo de los reincidentes, allanará los cerros de las angustias acumuladas en las noches etéreas de la fragilidad. Se llama tiempo y está disponible en pastillas, jarabes y supositorios. Si quieres beberlo con agua, apenas lo percibirás, a cucharadas diarias o por el lamentable empujón de un "te aguantas" por el agujero de salida. Porque así debe ser la lección, obligatoria. No, decirte que no llores, que no vale la pena, que cuentes conmigo, que ya va a pasar, es inútil; porque mientras más alto fue tu Ever-est, más lamentarás la caída y más pastillas de tiempo necesitarás.

Joe Barcala


ÁNGEL DE LAS ALAS ROTAS

Joe Barcala
5 de enero


Simplemente llora, sentado en la esquina del terreno que llama hogar. Heredero, decían, de una inmensa fortuna. Dueño del cielo, del aire, del tiempo, del sol y la luna en todo su impasible belleza. Afortunado por nacer, entre millones que no lo lograron porque tendrían madres descuidadas o padres cabrones. Él, no obstante, llora. Quizá sean sus pies descalzos, el frío o el hambre. Esa tierra que le esperó por miles de años para darle la bienvenida, que acomodó sus flores y le hizo un bello jardín al lado de su casa, donde la lluvia refresca y las nubes producen incesantes nuevos colores cada atardecer; las estrellas resplandecen en el campo abierto como una gran sopa de harina. Poseía un gran corazón, el más grande de toda la región; y unos vigorosos pulmones que le refrescaban con media bocanada. Era dueño también de una sangre bondadosa, noble, tierna y pese al dolor contaba con largas piernas que le llevaban con libertad, su otra riqueza, a donde le llevara el día.

¿Qué le hacía llorar entonces, si su mundo era único en miles de millones de infortunados, disecados, planetas? ¿No le bastaban los árboles y los regalos que la gente al verle en su condición le hacía? ¿Era entonces un desagradecido? ¿O es que no soportaba los gritos de su padre, la pobreza e ignorancia de su madre? ¿Tal vez el desengaño de que otros se habían apoderado de sus riquezas, le habían ensombrecido el sol, le taparon las estrellas, le edificaron en su bello jardín una inmensa fábrica de miserias?

Vio entonces que el mundo que recibió como regalo le deparaba angustia y desesperación, rechazo e incomprensión, abusos, desprecio, guerras y hambre. Vio además que aquello en realidad nunca le perteneció. Algunos llegaron antes que él y lo desterraron. Y sus lágrimas cayeron sobre la ahora desierta tierra que no le pertenecía más. No hubo espacio para él, no le dieron más que un techo de palma y mil promesas de mundos etéreos que gozaría cuando muriera; cuando no se podría reclamar el engaño. Llorar así, no es una costumbre, es una maldita y eterna agonía. ¡Podría decir que no vivía! y reclamar el cielo prometido. Vivir para él era estar en el limbo, o más bien en un infierno. Vivir para él, era estar muerto. Y, como sólo los grandes amos pueden hacerlo, como las estirpes de reyes y sabios saben, daba la vuelta a sus problemas y sonreía.

Joe Barcala


viernes, 3 de enero de 2014

¿QUÉ HAY DEL NIÑO QUE FUI?



Joe Barcala
3 de enero


¿Cuántas cosas en la infancia me sorprendieron? Veía al sol entre los dedos y la luna apreciando su circunferencia; los maestros que llegaban contando aventuras que echaban a volar mi imaginación, las películas fantásticas y los amores prohibidos. Me alegraban la tarde aquellas aves migratorias y llegar a la cima de una montaña era sentir que dominaba al mundo. En vacaciones visitábamos tíos que no conocíamos e iniciábamos amistades con la mano en la cintura. Ser parte de una obra era vivir entre príncipes y princesas. Tener un cuarto bajo la escalera exclusivo para crear un cuartel de comando para salvar al mundo de invasores a los que no tenía miedo, porque era capaz de derribar cualquier obstáculo. Cumplir con los rituales familiares era un gozo y una necesidad. A pesar de las supersticiones, tenía muros que me protegían, un padre, una madre, los hermanos y amigos que, sabía, siempre estarían ahí. Llegar a la edad madura era simplemente inalcanzable. Y pasar de año escolar era un nuevo sueño alcanzado, una meta que comía con una sola mano. Me llenaba de estrellas el saco mientras las agendas sus páginas. Y seguía sorprendiéndome en el camino del crecimiento, al saber los millardos de estrellas, las fuerzas naturales, las infinitas historias noveladas, el torrencial poder de un país sobre sus enemigos, el cúmulo de días vividos y las galaxias de años por cumplir. Justiciero el tiempo que hubo de poner orden a aquella quimera, que me dio luz a las tinieblas, donde centré mis anhelos a metas verdaderas y alcanzables. No me ha robado nada el tiempo, ni los sueños; sólo hicieron su tarea de entregar la paz a la conciencia. Ahora tengo un tesoro que no cambio por la sorpresa: es la experiencia, es la verdad, es la razón y el entendimiento, la ciencia y conciencia. El universo ahora es más grande y el milagro de existir es el esplendor de nuestra raza. Nuestro heroísmo es inmenso al haber subsistido ante tanta extinción, al llegar a comprender lo que antes se suponía. A dominar y superar a la naturaleza en capacidad de creación, a romper las barreras interoceánicas, espaciales y de comunicación, tecnología y salud. Desde luego que se extraña la emoción sentimental, la alegría más natural, la confianza ciega en los demás; pero se valora el reto de aceptar a otros como son, se pondera la solidaridad y comprensión, se vive satisfecho con los logros obtenidos y se sueña con un futuro mejor: uno que sí podemos alcanzar.

Joe Barcala


SONETO CONTRA LA FRIALDAD


Joe Barcala
2 de enero


Palidece el otoño en la rivera del Támesis
como se esconde el sol de sus paréntesis,
las sombras cubren los Campos Elíseos;
¿Por qué no he de mostrar mis enojos?

Si en la más intensa relación se opaca
un grado o dos aquella cristalina esfera;
si en los parques los niños también lloran
y en los Alpes Suizos las nubes chocan.

¿Quién te crees para decirme insatisfecho?
Si ni el candor más exquisito es eterno
y las olas rompen y repliegan sus bostezos.

Deja de dirigir la orquesta que clama
quítate la ropa, avienta la pijama;
y cálmate ya, te espero en la cama.

Joe Barcala