Joe Barcala
2 de enero
Palidece el otoño en la rivera del Támesis
como se esconde el sol de sus paréntesis,
las sombras cubren los Campos Elíseos;
¿Por qué no he de mostrar mis enojos?
Si en la más intensa relación se opaca
un grado o dos aquella cristalina esfera;
si en los parques los niños también lloran
y en los Alpes Suizos las nubes chocan.
¿Quién te crees para decirme insatisfecho?
Si ni el candor más exquisito es eterno
y las olas rompen y repliegan sus bostezos.
Deja de dirigir la orquesta que clama
quítate la ropa, avienta la pijama;
y cálmate ya, te espero en la cama.
Joe Barcala
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