Joe Barcala
4 de febrero
¡Qué cerca estás! No deberías. Mi carne es débil. Déjame pensarlo. Si estar contigo se siente igual a esto que ahora fluye en mi, creo que no tendré otra opción que abrazarte. Sólo que corres un riesgo inmenso, no te voy a soltar. Prefiero seguir especulando. Te aseguro que no es del todo sano lo que estoy pensando de ti. ¿Qué estoy haciendo? Debería aprovechar el momento. Va. Está hecho. Ya te tengo. Me he pegado a ti. ¿Y ahora qué? ¿Huyes? ¿No era esto lo que querías? No te asustes. Estarás bien aquí. Ya vas cediendo. ¿También te gusta? Ahora mi espacio es tuyo. Mis risas fluyen por tus brazos. Tu calor me consagra a ti. ¿Cómo? ¿Buscas mis labios? ¡Fíjate qué casualidad! Yo estaba pensando exactamente lo mismo. ¡Calma! ¿Por qué me quieres hacer la endodoncia? Te llevas mi lengua. Me chupas tanto. Me dejas sin saliva. Qué extraño es esto. Ahora invades mi ser y me gusta. ¿Si me quieres por qué me comes? Oh, ¿qué haces? ¿Cómo? ¿Aquí? ¿Bajo las estrellas? ¿En el nublado bosque? No. ¿Por qué digo no? ¿A quién quiero engañar? Debería decir sí de inmediato. Ya entiendo. Quiero disfrutarlo. Vamos, un paso a la vez. Sintiendo tu cuerpo junto al mío. Mis manos se han aventurado. Mis piernas tiemblan. No quiero dejar un gramo de aire entre nosotros. ¡Sublime! ¿Esto es lo que llaman amor? ¿No será sólo placer? Ni idea. ¡Se siente tan bien! Carajo, qué sabor tan exquisito. ¿Por qué me estorban los recuerdos de mi madre? ¡Concéntrate! Mira esa estrella. Miraré sus ojos y trataré de ver en ella algún reflejo brillante. De nuevo el calor entre sus brazos. Ahora estamos bailando. Quiere quitarme la ropa. Pero yo lo pensé primero. Sintiendo los poros de su espalda, una a una las delicadas formas de su cuerpo.
¿Qué? Sí. Se ven hermosos los paisajes. ¿Nos vamos? ¿Cómo? ¿No llevaremos a cabo mi plan? Es que nunca se lo dije.
Joe Barcala
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