El ser
humano ha probado muchas Formas de Organización Social (FOS) en su existencia
sobre la Tierra, con el objetivo de mejorar su calidad de vida;
desgraciadamente, no ha tenido éxito. Veamos por qué.
NOTA SOBRE MEDIOS DE PRODUCCIÓN: Antes de
empezar a comprender cada una de las FOS, aprendamos sobre los medios de producción. Imagine que tiene
una tortillería. El medio de producción
es el equipo que le permite producirlas, en el ejemplo: la máquina para hacer
tortillas, el molino, la báscula, etc. En una pastelería serían la batidora,
los refrigeradores, etc. ¿Lo tiene? Quien tiene los medios de producción, tiene el beneficio de esa producción.
A lo largo
de la historia, los medios de producción
han pasado de mano en mano. En la época de la esclavitud, los medios de
producción estaban en manos del amo.
En el feudalismo, del rey y del
señor feudal. En el capitalismo en manos de la propiedad privada (empresarios). En el imperialismo, en manos de unos cuantos
(monopolios). En el Socialismo (más propiamente estatismo)
en manos del estado. En el comunismo deberían estar en manos de todos, todos por igual, si es tuyo,
también es mío, por tanto es una quimera, una utopía.
Los
socialistas quieren ser llamados comunistas porque les conviene hacer creer a
la gente que los medios de producción no están en manos del estado, sino que
son propiedad de todos; lo cual es falso e imposible.
Los
imperialistas dicen que viven en una economía de mercado, que hay sana y libre
competencia, lo cual también es falso si se sabe que unos cuantos controlan los
mercados.
También
tenemos el Neo-Liberalismo, que es un capitalismo a ultranza, la libre
competencia abusiva, desmedida y sin control, que gane el más fuerte. En
realidad es una de las formas del imperialismo.
Por otra
parte, ya fuera del asunto de las FOS, nos encontramos a la derecha y a la
izquierda, que propiamente dicho son los capitalistas contra los socialistas.
Además están los liberales y conservadores, los primeros quieren cambios, los
segundos quieren mantener el sistema actual.
El mundo
divide su historia en el antes y el después de la Revolución Francesa, que es
un cambio de la monarquía (reyes) a la democracia (demos: pueblo, cratos,
poder: el poder en manos del pueblo). Existen las monarquías constitucionales
que son aquellas que tienen reyes pero se someten a las legislaciones de un
congreso; y las absolutistas, donde la única y última palabra la tiene un rey.
Están las dictaduras, que es el gobierno impuesto, que ejerce obligatoriedad y
obediencia del pueblo. También están las anarquías que son grupos buscando no
tener ninguna forma de gobierno, nadie controla, cada quién hace lo que quiere;
con sus consabidos abusos de unos sobre otros. La oligarquía es como los
monopolios, el poder lo ejercen unos cuantos. Quizá similares a la llamada
Aristocracia, que es un grupo de personas que gobiernan y heredan su poder y
control económico a sus descendientes.
Quizá
conviene revisar estas FOS debido a que todas ellas han dejado estela de hambre
y muerte, abusos de los poderosos sobre los oprimidos, desigualdad, injusticia,
guerras, etc. El objetivo de una FOS debería ser el bien común, pero sólo en
contadas ocasiones se podría decir que éste se ha alcanzado, y por poco tiempo.
Hay una propuesta de basar la economía en recursos, que se asemeja a las
primeras comunidades humanas, en la que se analizaba y se analizarían los
recursos que se tienen disponibles y con base en la sustentabilidad y conveniencia
de todos, se decidiría el mejor aprovechamiento de los mismos.
Pero el
daño mayor que puede causar cualquier FOS es la corrupción. Si hay rompimiento
del “contrato social” (Rousseau, 1762) difícilmente se puede construir una
comunidad de cualquier tipo que pueda administrar adecuadamente el principio
del bien común. Sin él, imposible la justicia.
Ahora, ¿es
usted sólo espectador de este artículo? Sería bueno saber su opinión, de la
cual, desde luego, el escritor no se hace responsable.
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